El profeta depresivo
Rompiendo un poco con la idiosincrasia religiosa que suele asignar etiquetas a ciertos personajes bíblicos como por ejemplo a Gedeón al que tildan de inseguro, está Jonás, hijo de Amitai, de quien regularmente se repite que fue un desobediente y ésa es la cualidad por la cual se le hace recordar, tanto así que hasta le compusieron una canción que dice que "vino un pez muy grande y ¡pum! Se lo comió, porque no le hizo caso a la Palabra de Dios... " Algo así dice la letra, es muy popular y se la cantan mucho a los niños, pero muy respetuosamente hoy me atrevo a diferir de ese "hashtag" que bien le hubieran colocado si el Instagram hubiese existido en los años 80, de parte de tantos predicadores: "#desobediente #jonas #arrepiéntete #pecador #JuicioDeDiosAtuVida" y otros hashtags por el estilo al pie de alguna foto del personaje en cuestión.
Pero si apartamos ese hashtag de #desobediente y nos adentramos en la historia de Nínive, podemos encontrar que ese lugar era una terrible cuna de guerreros sanguinarios que entre sus prácticas comunes tenían la costumbre de atar al piso de pies y manos a sus enemigos, y arrancarles la lengua de raíz, o desollarlos en vida (quitarles la piel vivos), o cortarlos en pedazos, empalarlos y muchas otras atrocidades, además eran acérrimos enemigos de Israel, porque al hablar de la historia de Jonás se habla de Nínive y quienes no aprecian la lectura es normal que ignoren que Nínive era la capital de Asiria; por eso también sabemos que eran enemigos de los Israelitas, y los Israelitas son altamente nacionalistas e incluso hasta son sectaristas, así que si nos ponemos en los zapatos de un Jonás que conoce las prácticas de sus enemigos pero un buen día es llamado por el creador, y éste le dice que vaya al centro de aquella ciudad y les hable para que se arrepientan y de esa manera perdonarlos y salvarlos...
Creo que muchos de nosotros lo pensaríamos. Con la mano en el corazón, sé que muchos alardean diciendo "heme aquí, envíame a mí" pero lo dicen más para ser oídos de los demás que para ser enviados realmente.
En fin, mi ojo clínico no ve a un #desobediente sino a un #patriota y además a un creyente #depresivo que apeló a la desobediencia civil, sólo que aparentemente desobedeció a quien menos debía.
¿Por qué aparentemente? Pues porque nuestro creador es omnisciente, es decir, lo sabe todo, entonces; ¿no iba a saber elegir precisamente al que huiría por mar, en vez de enviar a algún otro como Josué o Caleb, o a Moisés y Aarón, por ejemplo? Hasta aquí, esto ya está partiendo en pedazos y rompiendo cualquier etiqueta de #desobediente al entender que fue elegido, y esto además nos está forzando a buscar otro a quien usar de mal ejemplo. Pero continuemos, seguramente se entiende todo hasta ahora, pero; ¿por qué depresivo? vamos a eso, pero no sin antes destacar que ciertamente hubo un acto de desobediencia, aunque no pretendo descalificar ninguna enseñanza sino tal vez enriquecerla exponiendo estos detalles que claramente dejan ver no sólo la desobediencia de un hombre sino el plan macro que se orquestó con un propósito superior.
En el verso 3 del capítulo 1 vemos que Jonás descendió a Jope, en el verso 5 del mismo capítulo dice que descendió al interior del barco donde se echó a dormir, luego en el capítulo 2, versos 3 y 6 vemos cómo vuelve a descender ésta vez dentro de un gran pez, a lo profundo del mar.
Estos tres descensos representan tres niveles de degeneración causados por la desobediencia que son primeramente emocional, seguidamente espiritual, y, por último; natural (física).
El descenso emocional se produce por sus sentimientos que lo hacen tomar una decisión que iba en completa oposición a lo que debió hacer, lo cual conllevó al descenso espiritual, pues vemos cómo en su mente tal vez luchaba contra esa orden de ir a predicarles para producir el cambio de mentalidad (arrepentimiento) que dejaría a sus enemigos sin justicia, a sus compañeros sin venganza.
Inútilmente planea ir a Tarsis para "huir" de la presencia de Jah (digo planea porque no iba a la deriva, él sabía exactamente a dónde pretendía llegar) Tarsis, es lo que hoy conocemos como la península Ibérica (España) y queda exactamente al occidente de la dirección original donde debía ir, a Nínive. Es como si hubiera preguntado "¿por dónde queda Nínive? Ah, ¿por allá? Bien, gracias". Y se hubiera dado media vuelta para ir exactamente en dirección contraria. Se produce entonces, el descenso espiritual al decidir, planificar y llevar a cabo un supuesto plan de escape a lo que se le ha encomendado, porque Jope no estaba cerca de donde él vivía y tampoco se viajaba gratis, claramente dice que el pagó su pasaje y una vez dentro del barco se consuma el segundo descenso y la segunda señal de su carácter depresivo: se acuesta a dormir.
No fue por flojera ni comodidad, es un síntoma común de la depresión.
Ya venía luchando consigo mismo porque estaba totalmente consciente de la encomienda que se le dio, y los resultados que produciría, quería olvidarse de todo. No quería dormir, para los depresivos dormir es lo más cercano a no existir. Se van las fuerzas, el ánimo se apaga, te olvidas de comer, nada te causa motivación y llega el sueño, se manifiesta la depresión.
Luego, cuando los marineros se ven atrapados en la tormenta claman a sus dioses, echan suertes (nadie sabe con exactitud cómo hacían eso, sólo hay suposiciones y conjeturas, al igual que el sacerdote con el urim y tumim) y las suertes caen o apuntan de algún modo a Jonás, éste les declara lo sucedido y les dice que lo arrojen al mar... Una persona de temperamento colérico lanzaría a los demás por la borda, un sanguíneo correría para que no lo lanzaran, un flemático buscaría negociar calmadamente, pero un melancólico (considerando que aparentemente ya estaba deprimido) ... Probablemente respondería como él lo hizo.
Con todo y eso, aquellos hombres no lo quisieron lanzar al mar, sino que trataron de seguir maniobrando para recuperar el control del barco, pero cuando se dan cuenta que no es posible, se libran de culpa clamando al todopoderoso y luego es que proceden a lanzarlo al mar.
Ahora llegamos al tercer descenso. Si bien pudimos observar que primero por una decisión consciente se produjo el descenso del alma, luego al planificar y ejecutar detalladamente en sentido contrario se da el descenso espiritual, ahora llega la peor parte de las consecuencias de sus acciones, el descenso natural o físico, y para mí lo más intrigante y hasta sorprendente de éste último no es aquel gran pez que ya estaba dispuesto para que se lo tragara y descendiera a lo profundo del mar, no, para nada, ¡sino que tuvieron que pasar nada más y nada menos que tres días y tres noches dentro de ese pez para que el profeta se acordara del Padre y clamara a Él!
Grafiquemos la escena para que se entienda mejor: En plena tormenta en un barco de madera te lanzan al mar, te traga un pez gigante que no tiene luz por dentro, ni aire acondicionado, ni dónde sentarse, (tampoco tiene Netflix ni Wi-fi) de hecho él iba dando vueltas, deslizándose en medio de las babosas paredes estomacales del pez, oliendo a mil rayos y a pescado podrido, sin tener de dónde agarrarse, sin saber en cuál vuelta iba ni dónde quedaba arriba o abajo, el norte o el sur, con una reserva limitada de oxígeno y sin saber si moriría de una vez, o si terminaría de ser digerido por los jugos gástricos de aquel animal, más o menos esa era la escena. ¿Testarudo? No mis amigos, deprimido.
En ese punto es muy probable que se sintiera merecedor de tal castigo, lo estaba asumiendo.
Pero, así como Moisés en aquel desierto se acercó a la zarza ardiente para ver por qué no se consumía (porque era común que esos matorrales ardieran por el sol tan intenso) lo normal era que, así como ardían después de un corto tiempo igual en poco tiempo se terminaban de quemar, pero ésa en especial seguía ardiendo, no se consumía. Para nosotros tal vez la maravilla es decir ¡Ooh un matorral se prendió en candela! Pero para los pastores del desierto eso es algo que no tiene nada de especial. Ahora, muy distinto es que se prenda y no se quiera apagar... Ahí sí está pasando algo.
Y fue precisamente ese "algo" lo que despertó de nuevo la motivación de aquel profeta que tal vez sin una consciencia plena del tiempo medible, sin poder oír el cantar de los gallos o ver el sol de día ni la luna de noche, resbalando continuamente dentro de aquel pez baboso, únicamente detectando que aún dentro seguía descendiendo...
Notó que el tiempo ya era demasiado como para no haber muerto bien sea por falta de aire, por falta de agua o de algún modo digerido por aquella cosa enorme que se lo tragara al ser lanzado al mar, por eso clamó desde el vientre del pez en una de las oraciones más sinceras y conmovedoras que he podido ver en el antiguo testamento; porque llegó a un punto tan extremo que no había opción sino de clamar al Padre, de volver a conectar su alma con el creador de las almas, de volver a conectar su espíritu con el creador de los espíritus, y por consiguiente ser devuelto a su propósito, a la vida, y entonces fue vomitado en tierra por aquel pez.
Es obvio que en el macro plan del Altísimo aquel pez tenía alguna especie de ruta migratoria que iba de occidente hacia oriente, y aunque no lo dice el relato, muy probablemente lo dejó cerca de Jope nuevamente, pues Nínive, la capital del imperio Asirio no tiene acceso directo al mar.
Lo que si tenía Nínive en aquel entonces, era la devoción por el dios de los peces, dagón, mitad pez y mitad humano en su forma (del cual se inspira el sombrero de los papas católicos, que claramente parece una cabeza de pez con la boca abierta hacia arriba) y no conforme con esto, los asirios creían que en el pasado dagón había surgido del mar para fundar esa civilización, y que de tiempo en tiempo les enviaba mensajeros del mar...
¿Casualidad o propósito? ¿Qué mejor mensajero que precisamente aquel que estaban esperando? ¿Es suficiente esto para quitarle el hashtag de "#desobediente" y entender el plan a gran escala del creador, que lo eligió aun sabiendo que era un hombre que sufría de depresión y que en su gran comisión agarraría exactamente en sentido contrario, para producir en primer lugar, el reconocimiento y loor de los marineros del barco que empezaron clamando a sus dioses y terminaron alabando al Único y verdadero? No sabemos cómo llegó, la Biblia dice que fueron tres días de camino, alguien tuvo que haberlo visto ser vomitado por un enorme pez en alguna playa, levantarse... Y luego de ese shock emocional, recibe de nuevo la instrucción divina de ir a Nínive, la gran ciudad y pregonar contra ella por la maldad de su gente. Aunque para muchos sería siempre un "#desobediente" yo veo a uno que fue tomado de lo vil y menospreciado del mundo no para avergonzar a nadie, sino más bien para lograr la conversión total de la capital del imperio Asirio, donde, dicho sea de paso, el rey mandó a dejar de comer, beber ni agua y cubrir de silicio hasta a los animales y que todo el pueblo cambiara de mentalidad (arrepentimiento) y clamaran al Único y verdadero. No, yo no veo un profeta que ha de ser menospreciado con mensajes que lo usan para ejemplificar la desobediencia y sus consecuencias solamente, yo veo un plan increíblemente orquestado como ninguna mente humana hubiese podido jamás imaginar, y no estoy inventando una falsa depresión para martirizar al profeta, las señales siempre han estado totalmente visibles, sino que nos enseñaron sólo una parte de ésta historia y muchos la siguieron repitiendo hasta el sol de hoy: "Jonás, el desobediente".
Si bien al final del corto libro vemos que el mismo Jonás recibe una nueva reprenda y una enseñanza más por la planta de calabaza que le dio sombra mientras éste esperaba ansiosamente que los asirios no se arrepintieran y fueran eliminados de la faz de la tierra, sus reacciones y respuestas directas al creador no fueron las palabras de alguien realmente enojado, sino depresivo.
Jonás 4:1 Pero Jonás se apesadumbró en extremo, y se enojó.
Jonás 4:3 Ahora pues, oh Jehová, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida.
Jonás 4:9 Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tanto te enojas por la calabacera? Y él respondió: Mucho me enojo, hasta la muerte.
Siempre he oído el énfasis en la desobediencia y el enojo, sobre todo en el capítulo 4, pero antes que eso hay un hombre sujeto a pasiones, sin poderes especiales, no mandaba que dejara de llover o que cayera fuego del cielo, no resucitaba muertos ni sanaba leprosos, sólo era un mensajero, un profeta que sin saberlo fue la pieza principal de un plan de salvación impresionante y modelo de Cristo, así como Cristo vino a ser la pieza principal, la piedra angular de la salvación, quien además dio testimonio de éste Jonás, y dijo a aquellos que demandaban señales y milagros que no les sería dada sino la señal del profeta Jonás.
Después de todo esto, no sé si seguirán repitiendo solamente acerca de la desobediencia de uno, de uno que Jesús mismo no utilizó como ejemplo de desobediencia, sino que testificó de él. Por eso espero que con esta pequeña reflexión entiendan que mi propósito principal no es otro que el de motivar a todas aquellas personas que sufren de depresión en las congregaciones, no voy a discutir si es un demonio por el cual hay que lanzar al piso a una persona en contra de su voluntad como lo hacían los ninivitas, no, sólo sé que es una patología que se da de acuerdo a un extenso cuadro de circunstancias acaecidas durante la crianza y que debe ser debidamente tratada con ayuda profesional, no niego ni discuto que sea algún fantasma al que hay que gritarle todo el día (por cierto, la autoridad nada tiene que ver con los gritos) o hacer algún ritual de liberación porque sé que los espíritus pueden causar casi cualquier mal, y además son mentirosos, más bien quiero decirle a todos aquellos que no sólo se han deprimido alguna vez como le puede pasar a cualquiera, sino a quienes luchan día a día con este tipo de trastornos emocionales y decirles que aun así como se sienten, e incluso visualizando no a personas sino a personalidades, ahora de manera directa te digo que aun así puede que seas una pieza importante y valiosa dentro de un inmenso plan de salvación y quizás no lo entiendes ahora, quizás también has desobedecido, pero no le hablo a desobedientes recurrentes sino a personas con problemas de depresión, quizás no lo ves, quizás no lo oyes, posiblemente has pensado en morir, en acostarte a dormir y no despertar más, pero a ti te digo: Aún hay esperanza para ti, no sé si estás preguntando dónde queda Tarsis, no sé si ya has descendido a dormir dentro del barco, sintiendo quizás culpa, sintiendo quizás vergüenza, o tal vez estás recordando tus propios errores, no importa si has pensado en la muerte, en huir, en olvidarte de todo y de todos, ni siquiera importa si sientes que ya has sido tragado por tu infortunio o cualquiera que sea tu situación, en cualquier nivel al cual hayas descendido quiero decirte que te espera la vida, que tienes una razón para vivir que supera tu propio entendimiento, que tal vez no lo has visto pero de seguro lo verás, que El creador no se ha olvidado de ti, te está usando para bien a pesar de lo que puedas sentir, y que te seguirá usando como una invaluable pieza dentro de un enorme, magnífico e indetenible plan de salvación.
Y esto no lo dice alguien que “no sabe lo que se siente” y te manda a sentirte bien "a juro" sino que, muy por el contrario, te lo escribe con pleno entendimiento y experiencia alguien que lucha como tú todos los días, incluso más de lo que muchos puedan pensar, y de esas muchas batallas, una de las victorias la estás leyendo en este momento. Bendecido, siempre Bendecido. Ten paz, porque lo lograrás.
#TuPuedes
#CristoTeAma
#TodoSaldráBien
#EresImportanteParaAlguien ;-)
C.A. Jueves 22 al viernes 23 de octubre de 2015.